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Un voto a favor de las NREN

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La necesidad de contar con redes avanzadas y la relevancia de la investigación colaborativa fueron recientemente temas centrales del blog del director de RAICES, Rafael Ibarra, publicado en el sitio en línea de uno de los medios de comunicación más importantes de El Salvador.  

MapaCon una exposición acerca de la correlación existente entre los países que muestran altos niveles de desarrollo humano, económico y social, y aquéllos que mantienen y ejecutan, en forma sistemática, agendas nacionales de investigación (sobre todo en áreas científicas y tecnológicas), un artículo de Rafael Ibarra abrió el camino hacia la puesta en evidencia de las fortalezas y oportunidades que representan las redes avanzadas para los países de América Latina.

El artículo fue publicado en el blog Conversaciones en Línea, difundido por el sitio de La Prensa Gráfica, uno de los periódicos ícono de El Salvador. El director de RAICES expuso que, pese a que los países tienen claridad en que el apoyo político financiero a la investigación y a la tecnología deriva en la generación de riqueza, en general los gobiernos son más propensos a destinar recursos a los problemas que se perciben en forma cercana y en el corto plazo, como problemas de salud, pobreza, seguridad y educación.

“El ciclo político eleccionario, que obliga a que el partido en el poder muestre resultados tangibles e inmediatos ante la población, si es que pretende obtener la re-elección, lamentablemente induce a alejar la inversión pública de estas visiones de más largo plazo, como son las agendas de investigación”, apuntó Ibarra.
Pese a esto, el director de RAICES destacó que es usual que las instituciones de educación superior, universidades, institutos tecnológicos y centros de investigación establezcan y sostengan programas de investigación, aunque sea en forma incipiente.

“Un esfuerzo coordinado entre los sectores académico, público y privado sería deseable y conveniente. Este no es un esquema nuevo para afrontar proyectos de investigación científica. El trabajo conjunto y coordinado es un requisito tácito para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en la actualidad, y la búsqueda de la eficiencia en el uso de los recursos no es una necesidad solamente de los países en vías de desarrollo”, agregó.

En este sentido, Ibarra destacó la existencia del documento titulado The Case for NRENs, en el que miembros y organizaciones de la comunidad científica de Europa expresan las ventajas y aspectos positivos de la organización de las Redes Académicas en cada país, conocidas como Redes Nacionales de Investigación y Educación (RNIE o NREN, por sus siglas en inglés).

“Por ejemplo, el modelo de organización de todas las entidades de investigación de un país en una sola red nacional, la NREN, que a su vez está organizada en una red supranacional, ha probado ser exitosa, tanto en el uso eficiente de recursos, la negociación con proveedores, y la cooperación entre los miembros. Para el caso de Europa, la red supranacional que asocia y coordina a las redes nacionales, se llama en la actualidad GEANT2, y es la sucesora de GEANT, la primera versión de esta red”, destacó.

Necesidad

El blog de Rafael Ibarra destacó que el documento The Case for NRENs responde a interrogantes como porqué se necesitan Redes Nacionales de Investigación y Educación (RNIE) cuando ya existe un mercado competitivo de proveedores de Servicio de Internet; porqué deben recibir fondos de fuentes públicas; si estas distorsionan el mercado de Internet y cuál debe ser su estatus regulatorio.

El experto destacó que si bien el análisis fue hecho para el contexto europeo, se puede intentar extrapolar los argumentos a favor de las RNIE para Latinoamérica y sus redes nacionales.

Ibarra explicó cómo operan las NREN en los países y cuál es su importancia. “Si este modelo de capas es propagado a todo el mundo, como de hecho se está intentando lograr, los esfuerzos de investigación mundial estarán mejor servidos, puesto que se logran economías de escala importantes, y se mejora mucho la eficiencia y velocidad con la que se almacenan y transfieren grandes cantidades de datos, se utilizan equipos de laboratorio en forma remota y compartida, y se comunican los científicos de varias partes del mundo”, detalló.

El director de RAICES también apuntó en el medio electrónico que, desde 2003, Latinoamérica fue convocada por la Unión Europea, e invitada a desarrollar el modelo de cooperación que a Europa le ha reportado tantos beneficios. “Para ello, se creó el primer proyecto ALICE (América Latina Interconectada con Europa), por un valor de 12.5 millones de Euros. A partir del éxito y buenos resultados de esa gestión, se aprobó a finales de 2008 la continuación, ALICE 2 por un monto de 18 millones de Euros (6 de los cuáles deben aportar las RNIE de América Latina que son socios). La red supranacional es RedCLARA, y es administrada por la organización CLARA”, escribió.

Ibarra añadió que El Salvador está conectado desde 2005 a RedCLARA, y es miembro fundador de CLARA. “La RNIE de El Salvador es RAICES (Red Avanzada de Investigación, Ciencia y Educación Salvadoreña), y como todas las RNIE, administra la red nacional, sus enlaces hacia RedCLARA y el mundo, y la conectividad con cada uno de sus miembros.

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