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Rafael Ibarra, presidente de RAICES: “RedCLARA pasó de ser una ilusión a ser una institución madura”

No solo es el presidente de la Red Avanzada de Investigación, Ciencia y Educación Salvadoreña, RAICES. Rafael Ibarra también se cuenta entre el grupo de soñadores que vio nacer a RedCLARA hace casi una década. Hoy hace un recuento de las batallas ganadas y de las que falta librar.

 

 

Rafael Ibarra, RAICES

¿Desde el nacimiento de RedCLARA, cuáles son los puntos más importantes que podrías señalar en su evolución?

RedCLARA ha madurado mucho como organización. Es como cuando uno se casa, viene desde una ilusión a una situación más real. La ilusión que teníamos los que fundamos RedCLARA se mantiene: una América Latina unida, conectada y colaborando a través de las tecnologías de información. Esa es una ilusión que se concretó con la firma de los acuerdos en Valle de Bravo, México, que marcaron el momento definitivo del nacimiento de RedCLARA.  Ahora es un ser más maduro, más institucional; quizás todavía le falta crecer pero ha evolucionado bastante.  Hoy  estamos frente a la terminación de la segunda etapa del proyecto ALICE y queremos continuar con este objetivo quizá por otros medios.

En ese intervalo de la ilusión a la realidad, ¿cuáles son los tres principales logros de RedCLARA?

En primer lugar, conformar la red de instituciones y personas amigas. Desarrollar la empatía de unos con otros, la amalgama que une a todos los que formamos RedCLARA. Compartir esfuerzo, alegría, documentos y toda la parte operativa.

En segundo lugar, la red física, los avances en la infraestructura. Cómo evolucionó de ancho de banda a fibras oscuras y a otro tipo de tecnologías que buscan la sostenibilidad y la permanencia de lo que estamos construyendo. Y, en tercer lugar, la reputación que RedCLARA ha logrado no solo a nivel regional sino también mundial. Hemos logrado que se reconozca que en América Latina existe una red dedicada a la ciencia, a la tecnología y a la investigación. Una red de instituciones y personas que están buscando el desarrollo de sus países.

¿Cuáles son las tres principales realidades que retan a RedCLARA?

La primera, la necesidad de recursos humanos y financieros. Eso va de nuevo entre la ilusión y la realidad. Cuando uno se ilusiona piensa que todos en el mundo estamos dispuestos a dar nuestro tiempo y esfuerzo sin cobrar. La realidad es que no es así y uno lo va entendiendo. El tema de recursos es uno de los más importantes.

La segunda, el propio desarrollo de nuestra región. Nos hemos adelantado a la época y con respecto a nuestros países, a lo que se hace en materia de ciencia, tecnología, investigación, patentes, etc. Vamos halando la carreta, somos parte del liderazgo en la región.

En tercer lugar, la posición que en nuestros países y gobiernos tiene el tema de ciencia y tecnología. Obviamente, no es un motor de la economía y no es algo a lo que se le apuesta necesariamente. Los problemas más inmediatos acosan a los líderes de los países y se invierte en los temas urgentes. Se dejan de lado los temas más estratégicos.

Ante esta realidad que en algunos países afecta más a las redes que en otros, ¿qué los  anima a seguir, qué los ilusiona?

Primero, el compromiso. Varios tomamos esto en serio y aunque haya momentos en que parece que vamos a “tirar la toalla”, nos anima el compromiso asumido en su momento porque creímos y todavía seguimos creyendo en esto. Aunque veamos resultados pequeños o relativamente no tan grandilocuentes. Por otro lado, también es lógico pensar que un proceso como éste, tan complejo, que implica tantas personas, maneras de pensar y países, no se logra de la noche a la mañana. Es solo martillando e insistiendo que se puede lograr algo. Nos anima la esperanza que algún día en efecto nuestros países puedan sacar el provecho y todo lo que conlleva toda la promesa escrita en el tema de hacer ciencia e innovación. No sé si lo iremos a ver nosotros.

Uno de los cambios más importantes en la vida de RedCLARA es pasar de la imagen de ser infraestructura, a la imagen de ser una red de colaboración científica de los países. ¿Cómo se han involucrado hasta hoy los investigadores y académicos en este aspecto?

Ese ha sido uno de los hitos importantes. Concebirnos ya no solo como una red física, sino como una red que posibilita la existencia de comunidades científicas y de investigadores en América Latina. No ha sido sencillo, porque originalmente el planteamiento era tratar de conectar a las redes. Pero eso partía del supuesto que esas redes iban a crecer por sí mismas, bajo su propia dinámica, y eso no ha ocurrido en muchos países, porque no ha habido un cambio dramático ni una revolución en la manera de pensar de las personas. Visualizarnos como punto de encuentro de científicos e investigadores, va a tener más frutos que la perspectiva anterior. Es mucho más transmisible un planteamiento de una red de colaboración, que un conjunto de cables y velocidades y anchos de banda.

¿Cómo se está trabajando para que los países que aún no están conectados no se queden aislados?

Hemos hecho esfuerzos explícitos para acercarnos y mantener la llama encendida en los países que no se logran conectar. En algunos casos no están formadas las redes de investigadores nacionales y universidades, sobre todo por falta de recursos financieros. Donde estamos conectados, el aprovechamiento se dio gracias a los proyectos ALICE. Aún así, ha faltado un ingrediente adicional para terminar de conectarse que es el compromiso nacional. Por parte de RedCLARA no hemos abandonado la esperanza de que estos países se conecten. Estamos trabajando para incluirlos.

¿De qué se pierden los países que no están en RedCLARA?

Se pierden de la posibilidad de ir juntos por un mismo camino, en esos temas que no son fáciles o comunes en las agendas nacionales. Aquí vamos todos en el mismo barco y nos apoyamos unos con otros; esa solidaridad y acompañamiento que se respira dentro de RedCLARA es lo que se pierden.

El Salvador, ¿Qué ha ganado al estar conectado a RedCLARA?

En primer lugar, ha ganado mayor conocimiento interno de los miembros de RAICES, un acercamiento de las instituciones integrantes en el país. En segundo lugar, la posibilidad de  conocer qué hacen otros países, universidades y entidades de investigación en la región, donde se vive una realidad parecida a la nuestra. Así se toman ejemplos y experiencias.

Finalmente, se puede trabajar en conjunto. Por ejemplo, tenemos entre manos trabajar el proyecto de voz sobre IP de manera federada, que haya un servidor central donde se puedan intercambiar este tipo de servicios. Es un ejemplo de varios proyectos.

 

¿Cuáles son las perspectivas de RedCLARA?

Estamos enfrentando un período difícil, se termina el proyecto ALICE2 y estamos haciendo todos los esfuerzos para seguir consiguiendo el financiamiento, además del que nosotros mismos nos proveemos. Tenemos Planes “B” para buscar la continuidad del proyecto. A lo mejor bajar el perfil del plan y ejecución en algunas cosas, pero no quisiéramos tener que enfrentar una terminación. Sí, hay una preocupación porque los temas de ciencia y tecnología todavía no ocupan los primeros lugares de las agendas nacionales. Eso hace que los gobiernos o entidades con fondos para financiar dediquen los fondos para otra clase de proyectos y no para el desarrollo de ciencia y tecnología.

Rambla República de México 6125.
Montevideo 11400. Uruguay.

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