Casos y Voces

Con el objetivo de reclutar al menos 30.000 estudiantes, RNP (la red nacional de investigación y educación (NREN) de Brasil) y sus socios han introducido una ambiciosa iniciativa de ciberseguridad. El programa “Hackers do Bem” (hackers de bien o, si se prefiere, hackers de sombrero blanco) aborda un importante déficit de profesionales en ciberseguridad. Según estimaciones de la RNP, más de 300.000 vacantes no pueden cubrirse por falta de mano de obra.

(Fuente: In the Field) “Esta es una iniciativa fundamental. Llevamos muchos años trabajando en seguridad. Y sabemos que estamos muy lejos de lo que podemos y necesitamos crear en Brasil para construir una cultura de seguridad. Fue un gran placer comenzar (…) a discutir esta visión de largo plazo de tener un programa de capacitación completo en esta área”, dijo Nelson Simões, director general de RNP, en la ceremonia de lanzamiento de Hackers do Bem. El programa es una alianza entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI), el Senai, la Asociación para la Promoción de la Excelencia en Software Brasileño (Softex) y RNP.

Calificación y experimentación.

El enfoque del programa son estudiantes de educación técnica, secundaria, superior y profesionales que buscan especializarse o cambiar de carrera. La formación consta de cinco módulos: nivelación, básica, fundamental, especializada y residencia tecnológica. “Queremos construir, en los próximos tres años, una capacidad a gran escala, formando a miles de estudiantes del nivel secundario. Es un programa ambicioso. Se basa no sólo en la cualificación, sino también en la experimentación. Ahora tenemos ese desafío y todo un camino por delante para la formación de estos recursos humanos”, destacó Nelson Simões.

Dirigiéndose a un público joven

Los cursos ofrecidos serán coordinados por la Escola Superior de Redes (ESR). El año pasado, ESR inscribió a unos 4.000 nuevos estudiantes. Por lo tanto, reclutar 30.000 estudiantes para Hackers do Bem llevará las cosas a un nuevo nivel, afirmó Leandro Guimarães, subdirector de ESR. “Además de la escala, la semántica será diferente. Nos dirigiremos a un público más joven de lo que normalmente lo hacemos. Tendremos que abordar conocimientos básicos, como qué es un virus, qué es un ataque, ética y habilidades interpersonales. Necesitamos transmitir este gran volumen de información a los jóvenes de entre 14 y 18 años”.

El programa también tiene como objetivo crear un centro nacional de ciberseguridad, una red diseñada para generar valor para quienes participan en la iniciativa y el ecosistema de seguridad.