Memoria Institucional RedCLARA 2019

Después de algunos años como miembro de la junta directiva de RedCLARA, elegido por la asamblea, fui elegido por la junta para asumir su presidencia a principios de 2020.

Hay muchas responsabilidades en este puesto, pero necesito destacar dos. La primera es reemplazar a Carlos Casasus, quien, durante muchos años, bajo su liderazgo, nos hizo llegar hasta aquí.

Tuvimos momentos difíciles, pero sabíamos cómo superarlos y, al recibir esta misión, siento que estamos con nuestra organización mejor, más madura, más consolidada y con grandes perspectivas de crecer en su papel de conectar y promover la colaboración entre nosotros, las redes académicas miembros, y, por lo tanto, de la comunidad académica de enseñanza e investigación de esta encantadora América Latina.

La segunda responsabilidad es devolver esta confianza, continuando la transformación que comenzamos en los últimos años, para darle a RedCLARA una mayor sostenibilidad, y una mayor generación de valor para sus redes miembros. Espero hacerlo con mucha dedicación, entusiasmo y energía, y prometo intentar aprender, y hacerlo con innovación y creatividad.

Después de tantos años siendo parte de esta comunidad, veo que hemos desarrollado principalmente nuestro modelo de sostenibilidad y estamos evolucionando en nuestra ciberinfraestructura de red. Hace aproximadamente tres años comenzamos una transformación importante de nuestra red por dos razones principales: la reducción del uso de infraestructura de terceros, con el objetivo de disminuir costos, y el comienzo de la implementación de una nueva generación tecnológica de red de alta velocidad para seguir satisfaciendo las crecientes demandas de nuestra comunidad, con infraestructura propia. Esta nueva generación está siendo apalancada por el Proyecto BELLA-T, la parte terrestre del Proyecto BELLA (Building the Europe Link with Latin America).

En los próximos años, nuestros mayores desafíos en la construcción de esta ciberinfraestructura deberían ser la finalización de la parte terrestre de BELLA, y su extensión a Mesoamérica - América Central y México, y la finalización de BELLA-S, parte submarina, conectando directamente América Latina a Europa, a través del cable EllaLink.

Ya comenzamos el año 2020 con la activación de una conexión a muy alta velocidad, a 100 Gb/s directa con África, compartida con FIU/AmLight y RNP, a través de un cable submarino que conecta los dos continentes.

Pero hacer grandes proyectos de estructuración y entender de la tecnología de la información no nos hace mejores si no entendemos y no satisfacemos las necesidades de nuestros investigadores, profesores y estudiantes, individualmente y en grupos de investigación. Nuestros servicios de comunicación y colaboración son, en esencia, para ellos. Por lo tanto, deben abordar sus necesidades. Y son nuestras redes miembros las que, cerca de ellas, las escuchan y les sirven directamente. Y cuando necesitan conectividad y colaboración transfronteriza, existe RedCLARA para promover esta interconexión e integración entre ellos, dentro de América Latina y con sus pares, en otros países del mundo.

América Latina aún no está totalmente interconectada por RedCLARA, todavía no. Pero este es otro gran desafío. Además de apoyar el fortalecimiento de las redes miembros actuales, debemos promover la estructuración de nuevas redes, en los países latinoamericanos que aún no están integrados en RedCLARA, como Bolivia, Panamá y Cuba, además de rescatar a algunos extraviados, como Perú y Paraguay.

Hay mucho trabajo por hacer, pero para esto tenemos una estrategia para hacerlo, y hacerlo con la alegría y la calidez de nuestro pueblo latinoamericano.